El Kelly, junto con el Birkin, es uno de los bolsos más codiciados del mundo, por su prestigio como objeto de lujo. Se ha convertido en una auténtica leyenda del glamour y de la moda. Pertenece a la prestigiosa firma HERMÈS, que los fabrica en Francia totalmente de forma artesanal en un largo y minucioso proceso: el mismo artesano elabora toda la pieza a mano. La lista de espera para adquirir un Kelly, al igual que un Birkin, puede alcanzar los 2 años de espera o más, ya que la demanda supera el ritmo de producción. Y el precio, dependiendo de los materiales, ha llegado a superar los 100.000 dólares. Incluso, la versión más cara de este bolso ha alcanzado el precio de 1,9 millones de dólares, de la que sólo existen tres ejemplares, elaborados con piel de cocodrilo, oro y diamantes.
Este bolso fue creado por Robert Dumas en la década de los años 30. Conocido entonces con el nombre de "Sac à dépêches", rompía con la estética de los bolsos de mano de aquella época, por su mayor tamaño, su funcionalidad y su sobria elegancia, convirtiéndose en símbolo de la mujer activa e independiente. Adoptó el nombre Kelly cuando la actriz Grace Kelly, convertida ya en princesa de Mónaco, apareció con él, en 1956, en la revista Life, en una fotografía que dio la vuelta al mundo. Pero también fueron portadoras de este bolso de HERMÈS estrellas tan míticas como Audrey Hepburn, Marlene Dietrich o Ingrid Bergman. Catherine Deneuve se gastó su primer sueldo de actriz en adquirir un Kelly.
A las versiones originales del Kelly, se han ido incorporando en los últimos tiempos nuevos diseños, más atrevidos y extravagantes. Cada temporada el bolso se reinventa para satisfacer las exigencias de una clientela mucho más joven y audaz. Sin embargo, el Kelly clásico, como el nuestro, es un modelo atemporal, que será siempre un icono de elegancia y distinción.